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La ciencia moderna ha demostrado que las
emociones, sentimientos y pensamientos tienen un impacto directo en nuestra
salud física, debido a que un pensamiento o una emoción se transforma en una
onda electromagnética, que envía un mensaje a los neuropéptidos, que son los
mensajeros químicos del cerebro y el sistema inmunológico, que actúan como
platos satelitales y a su vez disparan el mensaje al Sistema Nervioso Central,
produciendo así un resultado en el cuerpo.
De tal forma, que cuando experimentamos
emociones fuertes como el miedo, enojo o ira y no las manejamos adecuadamente,
se produce un exceso de adrenalina (conocida científicamente como epinefrina),
que deprime al sistema inmunológico y aumenta el riesgo de generar
enfermedades.
Los terapeutas José Behar y Sandra Orozco,
especialistas de “Reprogramando tu vida”, advierten que “todos los seres
humanos producen adrenalina como mecanismo de defensa natural; sin embargo, su
aumento permanente en la sangre pueda ser causa de muchas enfermedades, como la
obesidad, accidentes cardiovasculares, fatiga crónica, fibromialgia,
agotamiento, insomnio, entre otras, pues ocasiona que el sistema nervioso
sobreactúe en las funciones vitales del organismo”.
De acuerdo con estudios realizados, el agitado
ritmo de vida y especialmente el estrés al que nos vemos sometidos a diario los
seres humanos se ha convertido en la tercera causa de infarto al miocardio en
Latinoamérica, lo que demuestra que los pensamientos, las palabras, las
emociones y el cuerpo físico están enlazados en forma sinérgica.
Pero ¿qué es lo que determina nuestros
pensamientos y emociones?
La especialista comenta: “el sistema emocional
de creencias al que estamos condicionados.”
“Una creencia es la aceptación en la mente de
que algo es verdad o real y las creencias, que en muchos casos son
subconscientes, afectan la percepción que tenemos de nosotros mismos, de los
demás, de las cosas y las situaciones que nos rodean”.
Advierte asimismo que nuestros pensamientos son
creados a partir de nuestras experiencias y vemos el mundo dependiendo de
nuestras vivencias.
“Por eso se dice que somos los que pensamos,
porque si creemos que las cosas son posibles lo son, pero también puede ocurrir
lo contrario, así que la clave para evitar enfermedades y manejar este exceso
de adrenalina que pone en riesgo nuestra salud es cambiar los mensajes que
estamos enviando al cuerpo”, señala José Behar.
Al respecto, ambos especialistas mencionan que
la mejor alternativa en la actualidad para conocer esos programas escondidos en el
subcosnciente es a través de la kinesiología, una técnica que surge en los años
30 que permite una respuesta involuntaria
muscular, de acuerdo a lo que el cuerpo reconoce como “verdadero o falso” y
esto permite la comprobación
física de las creencias o afirmaciones guardadas en el subconsciente.
“Una vez detectadas estas creencias, el truco es
reprogramarlas por medio del Theta Healing, una herramienta que nos da acceso
al subconsciente y la habilidad para quitar, sacar y reprogramar sentimientos,
creencias y pensamientos que nos influencian negativamente y que son causa de
muchos de nuestros padecimientos físicos.
“Al sustituir o cambiar estos pensamientos,
podemos realmente solucionar los problemas a nivel físico y emocional, pues al
hacernos conscientes del poder de nuestras palabras, podemos usarlas a nuestro
favor”.
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